Yo no soy poeta.
No soy tu amigo
no lloro por los hombres
traigo puestos tus pantalones
y su abrigo.
Yo soy el peatón
que conoce las ciudades perdidas
soy el que lo mira pasar
desde su automóvil
y piensa en el gasto de gasolina;
la verdad me importa nada
si arrastrarla no puede
el viento poético que soy
-versando las pocas hojas
de un árbol otoñal-
el tercer movimiento de la primavera,
donde Vivaldi cuenta
que es posible resucitar.
Me duele, tengo sueño, amo;
espero que te duela
que sientas el color del aire
para que pruebes y escuches
el canto de las hojas de hierba.
No puedo ser poeta
quiero ser poesía
ésa para los que aman,
para quienes mañana seguimos esperando
que amanezca.
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3 comentarios:
Felicidades por el blog, estaré por aquí viendo lo que escribes...
Por otra parte sólo me queda decirte que el verso final está maravilloso, y tanto tú como yo y otros más queremos ser poesía. :D
Saludos we
Solo una palabra, orgullo.
Te amo.
gracias. yo también. un abrazo pa
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